Pasan los años y las memorias se acumulan.
Forman entidades y estructuras en nuestras mentes.
Una palabra, un nombre, un lugar un objeto, es capaz
de trasladarnos a un mundo y a un tiempo que ya dejamos atrás.
Cuanto más vivimos, más mundos dentro de nuestro mundo
nacen en nuestro interior. Como pequeñas galaxias de experiencias, personas,
lugares, colores, sonidos, olores, sabores y emociones.
Cada galaxia, con su propia dinámica y capacidades.
Cada galaxia, con su propia dinámica y capacidades.
Os propongo un experimento.
Recordar vagamente cinco experiencias o periodos de experiencias en vuestras vidas. Sin pensar mucho sobre cada uno. Solo una memoria de paso. Escribid cinco palabras que sean capaces de –al leerlas- trasladaros a ese tiempo, lugar.
Recordar vagamente cinco experiencias o periodos de experiencias en vuestras vidas. Sin pensar mucho sobre cada uno. Solo una memoria de paso. Escribid cinco palabras que sean capaces de –al leerlas- trasladaros a ese tiempo, lugar.
Guardad el papel con las cinco palabras (Hay muchas más,
pero para el experimento, cinco son suficientes).
Al cabo de unos días o semanas, sacad el papel y leed cada una de
esas palabras. Cerrar los ojos y trasladaros al momento o periodo que esa
palabra os evoca.
Experimentad las emociones y sensaciones – agradables o desagradables- que
os hacen realizar. Sentid que tocais los objetos de ese instante, mirais a esas personas
que estaban ahí escuchais sus voces y su contenido emocional y significativo. No
inventéis nada. Solo lo que la memoria os conceda. Vosotros…volvéis a estar ahí.
Habéis viajado en el tiempo.
Esas son mis cinco palabras: Chunga. Secante.
Molinillos. Shelter. Trudy.
Los Universos a las que me introducen, estan contenidos en mí. Pero quizás…algún día pueda escribir sobre ellos…
Los Universos a las que me introducen, estan contenidos en mí. Pero quizás…algún día pueda escribir sobre ellos…
Excelentisimo experimento para viajar en el tiempo. Un gran abrazo.
ReplyDeleteSi muy burno. Petonets
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