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Saturday, November 3, 2018

“Non nobis Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam.”

¿Cuándo llegan a Catalunya los primeros templarios?
Hug de Payens, gran maestre del Temple, envía al provenzal Hug Rigaud a Barcelona: acompañado por el rosellonense Pere Bernat de Perpiñán, visitan al agonizante conde Ramon Berenguer III, que morirá vestido de templario y donando el castillo de Granyena al Temple. Era el año 1131.
¿Existía Catalunya como ente político?
Existían los catalanes: las tierras que iban ocupando serían Catalunya.
¿De qué vivían los templarios?
De donaciones y las rentas de esas posesiones: molinos, hornos, minas, herrerías, regadíos, rebaños, esclavos...
¿Por todo el territorio catalán?
Ya en 1140 tienen encomienda en Palau-Solità y en Barcelona.
¿Qué es una encomienda?
Una casa central, desde la que dominan un territorio. Seguirán encomiendas en Castelló d’Empúries, Puig-Reig, Selma, La Joncosa... y toda la Catalunya Nueva: El Rourell, Corbins, Barbens, Barberà, Torres del Segre, Ascó, Riba-roja, Tortosa, Miravet y Horta.
¿Qué casa será la más importante aquí?
El imponente castillo de Miravet desde 1153. Los templarios tienen miles de súbditos.
¿Cuántos templarios catalanes hubo ?
En ningún momento hubo en Catalunya más de 200 caballeros, bien organizados.
¿Cuál será el cenit de su poder?
En el año 1187 pierden Jerusalén: se concentrarán en Europa. Perder Tierra Santa mermó su prestigio, pero conservaron gran autonomía y poder durante el siglo XIII.
¿Cómo se organizaba su jerarquía?
Cada provincia tuvo su maestre. El maestre de Aragón, Guillem de Montredon, tutelará de 1214 a 1217, en el castillo de Monzón, al niño que será el rey Jaume I.
¿Influyó el Temple en el rey Jaume I?
Con pasión cruzada ganó Mallorca y Valencia... Su padre había caído defendiendo a súbditos cátaros en el Roselló: él mira al sur...
¿Hubo algún gran maestre catalán?
Arnau de Torroja, de Solsona, en 1180: su sepulcro acaba de descubrirse en Verona.


Tuesday, October 30, 2018

Jose Maria Pons Llobet y el Paseig de Gracia.

Jose Maria Pons Llobet era un hombre muy conocido en la comunidad de establecimientos del Paseig de Gracia.
Propietario del famoso establecimiento de electrodomesticos que llevaba su nombre, en el número 48. Justo en frente de las casas Batlló y Amatller.
Siempre impecablemente vestido, de casi unos setenta años cuando me contrató; bajito jorobado y usando zapatos que gemían al caminar por el pulido suelo del establecimiento, siempre sabíamos cuando llegaba, por ese sonido.
Como ayudante del contador, aprendiz de oficinista, este fue mi primer trabajo en el Verano del 69, en la tienda Pons Llobet, ¡ganando  2.200 pesetas el mes!
Pons Llobet estaba casado la Sra. Ana, no tenían hijos. Su hermano Eduardo, que trabajaba en El Noticiero Universal, venía a hacer horas de vez en cuando.
Son muchas las anécdotas y recuerdos que podría contar de esos escasos nueve meses en que traba en la tienda, - como por ejemplo, el día en que se inundó el sótano – toda una experiencia. El gato negro que teníamos en la tienda, llamado Puskas, lo encontramos subido a la estantería más alta en el sótano.
Pero quiero centrarme aquí en la influencia que tuvo Pons Llobet, en la realización de las obras que cambiaron para siempre la configuración del Paseig de Gracia.
Él era secretario de la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Paseig. Se reunían en el Salón Rosa, al que yo había ido varias veces a hacerle encargos.
El ambicioso proyecto, era el de reducir los paseos centrales del Paseig para poder así ampliar notablemente las aceras laterales, proporcionando una paseo ancho a cada lado, para que los viandantes pudieran caminar con holgura. Algo que desde luego iba a favorecer muchísimo a las tiendas y comercios del Paseig.

 Pons Llobet era una gran proponente del proyecto y lo apoyaba con entusiasmo. Aún recuerdo como si fuera ahora, el día en que el proyecto salió anunciado en La Vanguardia, y él me envió al kiosco a comprar TODOS los ejemplares del periódico, para repartirlos entre la Asociación y amigos.
Como sabéis, el proyecto se llegó a realizar y… me alegra haber sido un humilde testigo y participante de ese tiempo histórico para Barcelona.